Árbol de Té Aceite Esencial...
Muy utilizado en cósmetica y de penetrante aroma, el Aceite Esencial de ÁRBOL DE TÉ resulta magnífico como protector natural de la piel. De amplísimo espectro, conocido y usado desde hace centenares de años por la medicina tradicional de los pueblos nativos de Australia, penetra muy fácilmente, aporta oxígeno a las células, estimula su regeneración y no irrita las mucosas.
Su gran poder antiséptico y antiinflamatorio resulta muy activo como repelente de insectos, también tratando sus picaduras y combatiendo afecciones cutáneas víricas o infecciosas como candidiasis, pie de atleta, hongos, hongos en las uñas, herpes labial y genital, pústulas, abscesos, callos, verrugas, heridas, cortes, arañazos, quemaduras leves... Añadido a la crema de uso habitual, al jabón, gel o champú limpia, desinfecta, cuida, protege y trata de modo eficaz las pieles afectadas por acné, dermatititis, dermatitis del pañal, costra láctea, psoriasis, caspa, pelos secos, pelos grasos y dañados, picores en el cuero cabelludo, piojos... Como colutorio en caso de gingivitis, aftas y úlceras bucales, halitosis... En baños y masajes resulta efectivo para remediar los dolores causados por la artritis, todo tipo de reumatismos, dolores musculares, activar la circulación sanguínea, estimular el sistema inmune, desinflamar las hemorroides, tratar la cistitis, los síntomas de la gripe, fiebre, dolor de garganta, congestión, afecciones respiratorias como catarros, bronquitis, tos, sinusitis... Además, por si todo ello fuera poco, al ejercer un gran efecto protector contra virus y bacterias resulta imprescindible si se desea reforzar la acción de las defensas y el sistema inmune en cambios estacionales y períodos especialmente delicados a causa de la tensión nerviosa, el estrés...